Nuevamente nos toca despedir a un gran artista que sin duda alguna se va de este mundo con la satisfacción clara de haber logrado la principal meta de cualquier otro ser humano: “ser alguien por ser recordado”, y ciertamente todos recordaremos al talentoso dibujante y escritor argentino Roberto Fontanarrosa.
El artista nos dejo el pasado jueves 19 de junio, tras sufrir horrorosamente una esclerosis lateral amiotrófica desde hacia bastante tiempo, y que le impedía dibujar en los últimos meses, manteniéndolo postrado en una silla de ruedas.
De Fontanarrosa nos quedará siempre su trabajo, personajes entrañables como “Inodoro Pereyra” y "Mendieta" a travéss de los que supo, con su humor único ácido pero divertido, plasmar la cultura popular del país, con todas sus falencias y bondades.
El último dibujo que salió de sus manos hace dos meses, fue el dedicado a sus dos grandes amigos Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina, para representar el logotipo de su gira conjunta, titulada “Dos pájaros de un tiro”, diseño que cobrará un mayor significado sobre todo ahora.
El artista nos dejo el pasado jueves 19 de junio, tras sufrir horrorosamente una esclerosis lateral amiotrófica desde hacia bastante tiempo, y que le impedía dibujar en los últimos meses, manteniéndolo postrado en una silla de ruedas.
De Fontanarrosa nos quedará siempre su trabajo, personajes entrañables como “Inodoro Pereyra” y "Mendieta" a travéss de los que supo, con su humor único ácido pero divertido, plasmar la cultura popular del país, con todas sus falencias y bondades.
El último dibujo que salió de sus manos hace dos meses, fue el dedicado a sus dos grandes amigos Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina, para representar el logotipo de su gira conjunta, titulada “Dos pájaros de un tiro”, diseño que cobrará un mayor significado sobre todo ahora.
Con sus palabras:
“de mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me interesa demasiado la definición que se haga de mí. No aspiro al Nobel de Literatura. Me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice, “me cagué de risa con tu libro”.
Un “hasta luego” a un talentosísimo artista argentino que el caprichoso tiempo decidió llevarse a la aun joven edad de 62 años, pero que perdurará en la historia argentina como un icono querido y recordado por siempre.
“de mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me interesa demasiado la definición que se haga de mí. No aspiro al Nobel de Literatura. Me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice, “me cagué de risa con tu libro”.
Un “hasta luego” a un talentosísimo artista argentino que el caprichoso tiempo decidió llevarse a la aun joven edad de 62 años, pero que perdurará en la historia argentina como un icono querido y recordado por siempre.